Pública

¡Hola a todos/as!

El jueves 9 de mayo di comienzo a mi intervención psicopedagógica en el grupo de mayores del taller. La sesión, de una hora de duración, tuvo como objetivo establecer una base común para la convivencia a través de la participación activa y la reflexión grupal.

Comenzamos, como en todas las sesiones, con una ronda de «lo mejor y lo peor de la semana». Cada niño/a dispuso de 3 minutos con temporizador para compartir libremente su experiencia.  Esta dinámica no quise cambiarla porque ya lo tienen como rutina y, además, me parece fundamental para fomentar la escucha activa, la empatía y el respeto de turnos, aspectos clave en este grupo.

A continuación, llevamos a cabo también una breve actividad de Mindfulness, en la que conté un cuento sobre una nube tranquila. Debían cerrar los ojos, respirar con calma y escuchar en silencio. Este momento también se hace en todas las sesiones ya que les es muy útil para centrarse, relajarse y prepararse para la actividad principal.

La propuesta de central de la sesión fue la creación de un cartel de normas del grupo. Les expliqué que, desde que empecé mis prácticas, había observado algunos conflictos y que quería ayudar a mejorar el ambiente. Les propuse crear unos acuerdos de convivencia elaborados por ellos mismos. Cada niño/a escribió una norma en el cartel, al igual que la tutora y yo. Después, firmamos el cartel como un «contrato», representando el compromiso de cada uno con el grupo. El cartel quedó colgado en el aula, como recordatorio visual de lo acordado.

Para cerrar la sesión, repartí mandalas para colorear, lo que permitió acabar en un ambiente tranquilo, relajado y positivo.

Objetivos de la sesión:

• Iniciar el plan de intervención con una dinámica cooperativa.
• Fomentar la escucha activa y el respeto de turnos.
• Establecer normas desde la participación y el compromiso.
• Promover el sentido de pertenencia al grupo.

Valoración personal

La actividad fue muy bien recibida. El grupo se implicó activamente, participó con seriedad y se tomó muy enserio la firma del cartel. Como posible mejora, me habría gustado dedicar más tiempo a debatir las normas colectivamente antes de escribirlas. Aun así, fue un buen inicio para trabajar la convivencia desde una perspectiva compartida.

Reflexión personal con base teórica

Esta sesión me permitió comprobar la importancia de comenzar una intervención desde la construcción colectiva de acuerdos, algo que Marchesi y Marín (2006) destacan en los modelos de asesoramiento colaborativo. El hecho de que los propios menores redactaran y firmaran sus normas generó un sentimiento de pertenencia y responsabilidad compartida, y supuso un primer paso hacia la mejora del clima grupal desde la participación activa.

Además, al introducir la actividad de Mindfulness, quise explicar estrategias de autorregulación emocional, que son especialmente relevantes en grupos con dificultades de atención y gestión de impulsos (Yáñez-Téllez et al., 2012). Observar cómo pasaban del movimiento a la calma me ayudó a comprender el valor de este tipo de estrategias preventivas.

Como futura psicopedagoga, esta experiencia me reafirma en la necesidad de intervenir desde una manera contextualizada y participativa, que reconozca la voz del alumnado y apueste por procesos de transformación compartidos.

Bibliografía

• Marchesi, Á., y Martín, E. (2006). El asesoramiento psicopedagógico: modelos y estrategias. Alianza Editorial.
• Yáñez-Téllez, G., Romero-Romero, H., Rivera-García, L., Prieto-Corona, B., Bernal Hernández, J., Marosi-Holczberger, E., y Silva-Pereyra, J. F. (2012). Funciones cognoscitivas y ejecutivas en el TDAH. Actas Españolas de Psiquiatría, 40(6), 293–298.